3. Desagües y cañerías limpios y sin mal olor
¿Desagües lentos o con mal olor? Verté media taza de bicarbonato de sodio en el desagüe y luego agregá media taza de vinagre caliente.
La reacción efervescente que se genera ayuda a desinfectar, destapar y eliminar residuos.
Esperá unos 15 minutos y enjuagá con agua caliente. Este método también es ideal para los desagües del baño.
4. Superficies con grasa: ¡problema resuelto!
Si tu cocina, mesada o microondas están llenos de grasa, humedecé un trapo con vinagre y pasalo directamente sobre la superficie.
El vinagre disuelve la grasa fácilmente sin dañar los materiales, dejando además un brillo natural.
Funciona perfecto también en la campana extractora y en los azulejos.
5. Telas libres de malos olores
Las zapatillas, repasadores o paños de cocina pueden acumular olores difíciles de eliminar.
Sumergilos en agua tibia con un buen chorro de vinagre durante 30 minutos. Después, enjuagá y dejá secar.
Este método elimina bacterias sin dejar residuos químicos y refresca por completo las telas.
Recomendaciones finales:
Usá siempre vinagre blanco o de alcohol para limpiar. Evitá los saborizados o balsámicos.
Podés colocarlo en un frasco con rociador y usarlo como limpiavidrios o desengrasante casero.
Si el olor del vinagre te resulta fuerte, añadile unas gotas de esencia de limón o eucalipto para hacerlo más agradable.
Con un solo ingrediente que seguramente ya tenés en tu alacena, podés transformar tu forma de limpiar: de manera más natural, económica y efectiva. ¡Probalo y notá la diferencia!