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Un Postre de la Abuela: Receta Clásica con Leche, Azúcar y Maicena

Paso a paso: cómo preparar este postre clásico

Disolver la maicena
En un recipiente pequeño, coloca la media taza de maicena y agrégale una parte del litro de leche, aproximadamente media taza. Mezcla bien hasta que no queden grumos. Este paso es muy importante porque si no se disuelve bien, la preparación quedará con bolitas.

Calentar la leche
En una olla grande, vierte el resto de la leche junto con la taza de azúcar. Llévala al fuego medio, removiendo constantemente para evitar que se pegue al fondo.

Incorporar la mezcla de maicena
Cuando la leche esté caliente pero sin hervir, añade la mezcla de maicena disuelta. Remueve sin parar con una cuchara de madera o batidor de mano. Este paso es clave para que no se formen grumos.

Cocinar hasta espesar
Sigue removiendo constantemente. Poco a poco, la mezcla comenzará a espesar. Este proceso puede tomar entre 10 y 15 minutos. Sabrás que está lista cuando al pasar la cuchara por el fondo de la olla, se forme una línea que tarda en cerrarse.

Añadir la vainilla
Cuando la mezcla haya espesado, apaga el fuego y agrega la cucharadita de esencia de vainilla. Mezcla bien para que se incorpore por completo. El aroma de la vainilla se libera en este momento, dándole ese toque casero e inconfundible.

Servir y espolvorear canela
Vierte la preparación en moldes individuales o en una fuente grande. Espolvorea canela en polvo al gusto por encima. Este detalle no solo aporta sabor, sino que también embellece el postre.

Dejar enfriar
Deja que repose a temperatura ambiente y luego llévalo al refrigerador al menos por 2 horas antes de servir. Esto permitirá que tome una mejor consistencia y que esté bien fresco al momento de disfrutarlo.

Acompañar con galletas o bizcochos
Sirve tu postre acompañado de galletas María, galletas de mantequilla o bizcochos caseros. La combinación del cremoso con lo crujiente es simplemente perfecta.
Para otra receta más fácil

Consejos para que te quede perfecto
Remueve siempre: Nunca dejes de mezclar mientras la leche está en el fuego. La constancia es clave para lograr una textura uniforme.

No uses fuego alto: El fuego medio-bajo es ideal para evitar que se queme o se formen grumos.

Puedes usar leche vegetal: Si tienes intolerancia a la lactosa o prefieres opciones veganas, puedes usar leche de almendras o avena, aunque el sabor cambiará ligeramente.

Para más sabor: Puedes infusionar la leche con una rama de canela y piel de li

món antes de agregar la maicena. Luego las retiras y continúas con la receta.

Variaciones según el país
Este postre, aunque sencillo, tiene mil formas de presentarse. Aquí te cuento algunas:

Colombia: Se le conoce como natilla y se suele preparar con panela en lugar de azúcar, especialmente en diciembre.

México: A veces se sirve tibia y se acompaña con frutas frescas o frutos secos.

Perú: Hay una versión llamada “mazamorra de leche” que incluye pasas y clavo de olor.

España: Muy similar a la crema pastelera, pero un poco más espesa y servida con galletas o caramelo.

¿Es saludable este postre?
A pesar de llevar azúcar, este postre no es tan calórico como muchos otros. Aquí algunos puntos a considerar:

Aporta calcio gracias a la leche.

Es bajo en grasa si se usa leche descremada.

No contiene huevos ni mantequilla, lo que lo hace más ligero.

Puedes reducir la cantidad de azúcar si deseas una versión más saludable, o incluso utilizar edulcorantes naturales como stevia o miel (ten en cuenta que cambiará ligeramente el sabor y la textura).

Ideal para toda ocasión
Este postre no solo es ideal para después del almuerzo o la cena. También es una excelente opción para:

Meriendas familiares

Cumpleaños infantiles

Comidas en invierno (se puede servir tibio)

Navidad y celebraciones especiales

Además, puedes prepararlo con antelación y dejarlo en la nevera, listo para servir cuando lleguen visitas. ¡Te sacará de apuros más de una vez!

Presentación creativa
¿Quieres darle un toque especial a este clásico? Aquí algunas ideas:

Copa gourmet: Sirve la crema en copas de cristal con una galleta entera encima y ralladura de chocolate.

Vasitos individuales: Decora con fruta fresca como fresas, frambuesas o mango.

En tartaletas: Usa la crema como relleno de tartaletas y espolvorea canela con azúcar glas.

Una receta que une generaciones
Lo más hermoso de esta receta no es solo su sabor, sino el lazo emocional que crea. Es un postre que muchos hemos compartido con madres, abuelas, tías o amigos. Prepararlo es, de alguna forma, volver a sentir esos momentos cálidos y dulces que nos acompañan para siempre.

Anímate a prepararla, a compartirla con tus seres queridos, a contar tu propia versión de la receta. Cada cocina tiene su historia, y esta es una de las más deliciosas.

¿Te animas a probarla?
Espero que esta receta clásica se gane un lugar en tu cocina y en tu corazón. No necesitas ingredientes complicados ni técnicas sofisticadas. Solo ganas de cocinar, compartir y disfrutar.

Y tú, ¿con qué acompañarías este postre? ¿Le pondrías más canela, o lo servirías con frutas? ¡Cuéntamelo en los comentarios!

Tiempo y porciones
Tiempo total: 25 minutos + 2 horas de enfriado

Rinde: 6 porciones generosas

 

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