Imagina poder disfrutar del sabor de tomates madurados en pleno invierno, sin perder ni una pizca de su aroma. ¿Tienes tomates frescos a mano? ¿Por qué no preparar deliciosas conservas caseras que te deleitarán durante meses? Descubre este método sencillo y eficaz para prolongar su frescura.
¿Por qué preparar tus propios tomates enlatados?
Preparar tus propias latas de tomate es como capturar el verano en un frasco. Puedes despedirte de las salsas industriales y darle a tus platos un sabor auténtico, rico y natural. Las conservas caseras no solo son más económicas, sino que también controlan cada ingrediente. Se acabaron los aditivos y conservantes.
En Francia, preparar conservas es una tradición culinaria que se transmite de generación en generación. Nada es más satisfactorio que disfrutar de una salsa de tomate casera sobre un plato de pasta ahumada, incluso en pleno invierno.
¿Cómo elegir los tomates ideales?
No todos los tomates son iguales a la hora de preparar conservas. Para un resultado óptimo:
Elige variedades carnosas como Roma o San Marzano, ricas en pulpa y pobres en agua.
Asegúrate de que estén maduras, con la piel lisa y un color uniforme. ¿Un buen indicador? El pedúnculo se desprende fácilmente del fruto.
Cómpralas en temporada: el verano sigue siendo la mejor época para disfrutar de tomates sabrosos y económicos.
Consejo: Si las compras en tu zona de cultivo temprano, déjalas madurar unos días más antes de usarlas para un sabor aún más intenso.
Ingredientes y equipo necesario para 3 frascos de 2 L