Preparación
1. Elaboración de la base
En un bol, mezcla las migas de galletas graham con la mantequilla derretida y el azúcar hasta obtener una textura homogénea. Presiona la mezcla en el fondo de un molde desmontable de 9 pulgadas, asegurándote de que quede compacta y uniforme. Lleva al refrigerador mientras preparas el relleno.
2. Preparación del relleno
Bate el queso crema hasta que esté completamente suave. Agrega gradualmente el azúcar y el extracto de vainilla, batiendo hasta obtener una mezcla cremosa. Incorpora los huevos uno por uno, mezclando bien después de cada adición. Finalmente, añade la crema agria y bate hasta integrar.
Vierte la mezcla sobre la base de galleta y alisa la superficie con una espátula.
3. Horneado de la tarta
Precalienta el horno a 163 °C (325 °F). Hornea la tarta durante 50-55 minutos, o hasta que los bordes estén firmes y el centro aún tiemble ligeramente. Apaga el horno y deja la tarta dentro con la puerta entreabierta durante una hora para evitar grietas.
4. Enfriado y reposo
Saca la tarta del horno y deja que se enfríe a temperatura ambiente. Luego, refrigérala por un mínimo de 4 horas o, idealmente, toda la noche para que adquiera la consistencia perfecta.
5. Creación de la cobertura brûlée
Justo antes de servir, espolvorea la superficie con una capa uniforme de azúcar. Con la ayuda de un soplete de cocina, carameliza el azúcar hasta que forme una costra dorada y crujiente.
Un Final Irresistible
El resultado es una exquisita tarta de queso con crème brûlée que combina la suavidad del relleno con el crujiente de la cobertura caramelizada. Cada bocado es un deleite, ofreciendo un contraste de texturas y sabores que hará las delicias de cualquier amante de los postres. ¡Disfrútala en una ocasión especial o cuando simplemente quieras darte un capricho!