Instrucciones:
Comienza preparando la carne.
Calienta el aceite de oliva en una cacerola grande a fuego medio.
Dora el pollo molido o la salchicha italiana en una sartén mientras lo desmenuzas en trocitos pequeños con una espátula.
Retira la grasa de la olla si es demasiada; No quieres que tu sopa quede grasosa.
El siguiente paso es saltear los componentes aromáticos en un poco de aceite en una sartén.
Una vez que la carne esté cocida, agrega el ajo machacado y la cebolla picada a la cacerola.
Después de tres o cuatro minutos de cocción a fuego medio, la cebolla debe estar translúcida y fragante. Tanto el aroma como el sabor de la sopa se realzan con este método.
Agrega el caldo y las salsas en el Paso 3.
Mezcla la salsa de tomate, la crema y el caldo de pollo.
Agrega la sal, la pimienta y el condimento italiano. Si crees que necesita más picante, pruébalo.
Para permitir que los sabores se mezclen, calienta la mezcla hasta que hierva suavemente.
Paso 4: prepara la pasta.
Asegúrate de que los fideos de lasaña rotos estén cubiertos por el líquido antes de agregarlos a la cacerola.
Reduce el fuego a bajo y cocina a fuego lento, revolviendo ocasionalmente, durante 10 a 12 minutos, o hasta que los fideos estén tiernos pero no blandos.
En quinto lugar, termina de cubrir con queso.
Baja el fuego.
Cuando el queso parmesano rallado se derrita y espese la sopa, agrégalo y revuelve hasta que se integre.
Agrega la mozzarella rallada y revuelve hasta que se integre.
El sexto paso es servir la sopa.
Divide la sopa en platos individuales.
Para realzar el color y el sabor, decora cada plato con una pizca de perejil fresco o albahaca.
Para darle un toque extra, cubre con hojuelas de pimiento rojo.
¡Llévala a ebullición y disfruta!