¿Cómo utilizarlo?
Aquí tienes un método sencillo para purificar el aire de tu hogar:
Preparación de la solución: Mezcla en un frasco pulverizador 1 parte de vinagre blanco, 1 parte de agua y 1 a 2 cucharadas de sal. Puedes añadir unas gotas de aceite esencial de lavanda o limón para darle un toque agradable y relajante.
Vaporizar en el aire: Agita bien el frasco antes de rociar la solución en diferentes habitaciones de tu casa, especialmente aquellas donde el aire parece denso o estancado. Se recomienda rociar a distancia de los muebles y tejidos para evitar manchas.
Limpiar superficies: Esta solución también puede usarse para limpiar superficies como encimeras, ventanas o espejos. Solo tienes que rociar y limpiar con un paño limpio.
Purificar la atmósfera: Deja la solución en una esquina de la habitación durante 15 a 20 minutos para purificar el aire. Se dice que el vinagre atrae las energías negativas y la sal ayuda a neutralizarlas, lo que puede generar un efecto calmante.
Otras recomendaciones:
Purificación de objetos: Para purificar objetos personales como joyas, llaves o amuletos, sumérgelos en una mezcla de agua, vinagre y sal durante unos minutos, luego sécalos bien.
Purificación de las esquinas de la casa: Coloca tazones de sal en las esquinas de tu hogar para absorber las energías negativas. Cámbialos cada mes para mantener su efectividad.
Conclusión
Utilizando agua, vinagre y sal, puedes purificar fácilmente el aire de tu hogar con ingredientes naturales, ecológicos y sin químicos. Este método no solo es económico, sino que también contribuye a crear un ambiente más sereno y armonioso. No dudes en integrar estas soluciones en tu rutina de limpieza para un hogar más saludable.