En una licuadora, combina los duraznos cortados en cubos y la leche condensada. Licúa hasta que quede una mezcla homogénea.
Prepara la crema de durazno:
Cocina la mezcla de crema de durazno:
En una cacerola, bate el jugo de durazno, la leche y la maicena.
Cocina a fuego medio, revolviendo constantemente, hasta que la mezcla espese. Retira del fuego y deja enfriar un poco.
Licúa con queso crema:
Agrega el queso crema a la mezcla enfriada y licua hasta que quede una mezcla homogénea.
Agrega la mezcla de durazno y leche condensada.
Arma el postre:
Vierte y cuaja:
Vierte la mezcla de crema de durazno en un tazón para servir o en tazas individuales.
Refrigera por al menos 1 hora para que cuaje.
Prepara la cobertura de durazno:
Rebana el durazno para decorar:
Corta el durazno restante en rodajas para decorar.
Prepara la mezcla de agar:
En una cacerola pequeña, combina el azúcar, el agua y el agar agar.
Lleva a hervor, revolviendo hasta que el azúcar y el agar agar se disuelvan.
Dejar enfriar un poco y luego verter sobre la crema de durazno ya preparada. Colocar las rodajas de durazno encima.
Enfriar:
Refrigerar:
Dejar reposar el postre en el refrigerador por al menos 5 horas o hasta que esté completamente cuajado.
Asistir:
Disfrutar: ¡
Disfruta tu cremoso postre de durazno sin horno frío!
Información nutricional
Calorías estimadas: 300 kcal por porción
Raciones: 6 porciones
Por qué te encantará esta receta
Sin horno: Perfecto para los días calurosos en los que no quieres encender el horno.
Refrescante y Cremoso: La combinación de duraznos, queso crema y leche condensada crea un postre delicioso y refrescante.
Fácil de hacer: Unos sencillos pasos hacen que este postre sea fácil de preparar para cualquier ocasión