Preparación:
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Cocina la pasta en agua con sal según las instrucciones del paquete. En los últimos 3 minutos, añade el brócoli para que se cueza junto a la pasta. Escurre y reserva.
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En una sartén grande, saltea el pollo con un poco de aceite, sal y pimienta hasta que esté dorado y cocido. Retira y reserva.
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En la misma sartén, derrite la mantequilla, añade la cebolla y el ajo, y sofríe hasta que estén transparentes.
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Agrega la harina (si la usas) y cocina un minuto. Luego incorpora la leche y la crema de leche, removiendo bien para evitar grumos. Cocina a fuego medio hasta que espese un poco.
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Añade el queso rallado, sal, pimienta y una pizca de nuez moscada. Remueve hasta que el queso se derrita y la salsa quede cremosa.
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Mezcla la pasta y el brócoli con el pollo en una fuente para horno. Vierte la salsa por encima y mezcla bien para que todo quede cubierto.
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Espolvorea más queso por encima (opcional: un poco de pan rallado para una costra crujiente) y lleva al horno precalentado a 180°C (350°F) durante 15-20 minutos, o hasta que esté dorado.
Opcionales:
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Agrega champiñones, espinacas o maíz dulce.
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Sustituye la crema por yogur griego o queso crema light.
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Usa pasta integral o sin gluten según tus preferencias.