Preparación:
1. En un recipiente grande, mezcla la harina, la sal, el azúcar y la levadura seca (si usas levadura fresca, disuélvela primero en el agua tibia).
2. Añade el agua tibia poco a poco mientras mezclas. Luego, agrega las 2 cucharadas de aceite.
3. Amasa durante 8-10 minutos hasta obtener una masa suave y elástica. Si está muy pegajosa, añade un poco más de harina, pero no demasiada.
4. Cubre la masa con un paño limpio o papel film y déjala reposar en un lugar cálido durante 1 hora o hasta que doble su tamaño.
5. Una vez que la masa haya fermentado, divídela en 6-8 porciones iguales.
6. Forma bolas con cada porción y luego estíralas con un rodillo o con las manos hasta formar discos planos de unos 0.5 cm de grosor.
7. Calienta suficiente aceite en una sartén profunda a fuego medio-alto.
8. Fríe cada disco de masa por separado. Cocina cada lado durante 1-2 minutos, o hasta que estén dorados y crujientes.
9. Sácalos y colócalos sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
10. Sirve los panes fritos calientes. Puedes acompañarlos con queso, mermeladas, crema agria, o incluso usarlos como base para preparaciones saladas.