Instrucciones:
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Precalienta el horno a 220°C (425°F).
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En un bol grande, mezcla la harina, el polvo de hornear y la sal.
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En otro recipiente, combina la leche, la miel (o azúcar) y la mantequilla derretida (o aceite).
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Vierte los ingredientes líquidos en los secos y mezcla hasta que estén combinados. No mezcles demasiado; la masa debe quedar pegajosa pero manejable.
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Coloca la masa en una bandeja para hornear engrasada o forrada con papel vegetal.
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Dale forma de pan redondo o tipo barra, según prefieras.
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Hornea durante 20-25 minutos, o hasta que esté dorado y suene hueco al golpear la base.
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Deja enfriar unos minutos antes de cortar y servir.
Consejos y Variaciones:
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Añade sabor: Incorpora hierbas, queso, semillas o frutos secos en la masa para personalizar tu pan.
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Sustituto del polvo de hornear: Usa 1/4 de cucharadita de bicarbonato con 1/2 cucharadita de cremor tártaro como alternativa.
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Sin leche: Puedes usar agua en lugar de leche, aunque el pan será menos tierno.
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Sin gluten: Sustituye la harina común por una mezcla sin gluten con goma xantana.
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Variaciones de sabor: Agrega canela, extracto de vainilla o ralladura de cítricos.
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Formas creativas: Haz panecillos, trenzas o formas divertidas.
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Sirve tibio: Ideal con mantequilla, mermelada o tu acompañamiento favorito.
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Conservación: Guarda en un recipiente hermético 2-3 días a temperatura ambiente. También se puede congelar (envuelto en plástico y luego en papel aluminio).
Tips Extra:
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Corteza suave: Unta mantequilla derretida al sacarlo del horno.
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Control del horneado: Si se dora muy rápido, cúbrelo con papel aluminio.
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Prueba de cocción: Inserta un palillo; si sale limpio, está listo.
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Corteza crujiente: Coloca una bandeja con agua caliente en la parte baja del horno para crear vapor.
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Tiempo de reposo: Deja enfriar sobre una rejilla al menos 10-15 minutos antes de cortar.
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Dobla la receta: Usa un bol más grande si necesitas hacer más cantidad.
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Disfruta el proceso: Hacer pan puede ser relajante y muy gratificante. ¡Disfruta el aroma casero!