Preparación
Activar la levadura:
En un bowl grande, mezcla la levadura seca con 370 ml de agua tibia y deja reposar por unos 10 minutos hasta que empiece a burbujear.
Preparar la masa:
Agrega la harina y la sal a la mezcla de levadura y amasa hasta obtener una masa homogénea.
Si la masa está demasiado pegajosa, espolvorea un poco de harina adicional.
Cubre con un paño y deja reposar durante 1 hora en un lugar cálido para que la masa fermente y duplique su tamaño.
Horneado:
Precalienta el horno a 180°C.
Coloca la masa en una bandeja para hornear y hornéala durante 3 minutos a 180°C.
Aumenta la temperatura a 200°C y hornea por 30 minutos adicionales.
Luego, retira la tapa (si usaste una olla para hornear) y deja cocinar otros 30 minutos a 180°C hasta que la corteza esté dorada y crujiente.
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Consejos para un mejor resultado:
Para un pan más esponjoso: Usa harina de fuerza, ya que contiene más gluten y ayuda a desarrollar mejor la estructura del pan.
Aromas adicionales: Agregar cebolla picada y hierbas frescas, como el perejil y el cebollino, le darán un toque de sabor más especial.
Mantequilla de ajo: Puedes pincelar la corteza del pan con mantequilla de ajo derretida al sacarlo del horno para un sabor extra.
Mejor conservación: Guarda el pan en una bolsa de tela o envuelto en papel para mantener su frescura por más tiempo.
Preparar pan casero no solo es sencillo, sino que también te permite personalizarlo según tus gustos. Con esta receta básica y los consejos adicionales, lograrás un pan delicioso con una corteza crujiente y un interior suave.
¡Anímate a probar esta receta y disfrutar del aroma inconfundible de un pan recién horneado en tu hogar!