Sugerencia de preparación:
Prepara el pollo: Limpia bien los muslos de pollo y sécalos con papel de cocina. Condimenta con sal y pimienta por ambos lados.
Sella los muslos: En una sartén grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio-alto y dora los muslos de pollo hasta que estén dorados por fuera. Retira y reserva.
Prepara la salsa: En la misma sartén, derrite la mantequilla a fuego medio y añade el ajo picado. Cocina hasta que el ajo esté dorado y aromático, pero sin quemarlo.
Incorpora el caldo: Agrega el caldo de pollo y el tomillo seco. Revuelve bien y lleva la mezcla a ebullición.
Cocina el pollo: Regresa los muslos de pollo a la sartén, cubriéndolos con la salsa. Tapa y cocina a fuego lento durante 25-30 minutos, o hasta que estén bien cocidos.
Sirve: Espolvorea perejil fresco antes de servir.
Consejos para servir y almacenar:
Para servir: Acompaña con puré de papas, arroz blanco o una ensalada fresca para un plato completo.
Para almacenar: Guarda los muslos en un recipiente hermético con la salsa en el refrigerador por hasta 3 días. Recalienta a fuego bajo para mantener su jugosidad.
Variantes:
Con limón: Agrega jugo de un limón para un toque cítrico.
Con crema: Incorpora media taza de crema espesa a la salsa para una textura más cremosa.
Con hierbas frescas: Añade romero o albahaca para un perfil de sabor diferente.
Preguntas frecuentes:
¿Puedo usar pechugas de pollo en lugar de muslos?
Sí, pero ajusta el tiempo de cocción para evitar que se sequen.
¿Se puede hacer al horno?
Claro, cocina el pollo sellado en una fuente apta para horno a 180 °C durante 25 minutos, cubierto con la salsa.
¿Qué hacer si la salsa queda muy líquida?
Deja reducir la salsa a fuego medio sin tapa durante unos minutos.