Instrucciones paso a paso:
Prepara los dientes de ajo
Coloca los dientes de ajo en un recipiente y cúbrelos con agua tibia.
Déjalos en remojo durante aproximadamente una hora. Este paso ablandará la piel, facilitando su pelado.
Pela los dientes de ajo
Después de remojarlos, retira los dientes de ajo del agua y sécalos con un paño limpio.
Pela cada diente de ajo con cuidado. Notarás que la piel se desprende con facilidad gracias al remojo.
Esteriliza el frasco de vidrio
Lava el frasco de vidrio y su tapa con agua caliente y jabón.
Para asegurar una esterilización completa, hierve el frasco y la tapa durante 10 minutos o pásalos por agua hirviendo.
Coloca los dientes de ajo en el frasco
Introduce los dientes de ajo pelados en el frasco de vidrio.
Añade la sal gruesa
Esparce la sal gruesa sobre los dientes de ajo. La sal actuará como conservante natural.
Agrega el vinagre
Vierte vinagre de sidra de manzana o vinagre de vino en el frasco hasta cubrir completamente los dientes de ajo. El vinagre no solo conserva el ajo, sino que también realza su sabor.
Incorpora una rodaja de limón
Corta una rodaja de limón y colócala encima de los dientes de ajo. El limón aporta acidez adicional y ayuda a mantener el ajo fresco.
Cierra y agita el frasco
Cierra bien el frasco con su tapa y agítalo suavemente para mezclar todos los ingredientes.
Almacena en un lugar fresco y oscuro
Guarda el frasco en un lugar fresco y alejado de la luz directa. Este método mantendrá el ajo en perfecto estado durante más de un año.
Ventajas de este método de conservación
Frescura garantizada: El ajo se mantiene intacto, sin brotar, secarse o pudrirse.
Práctico y listo para usar: Al tener los dientes de ajo ya pelados, ahorrarás tiempo al cocinar.
Sabor intenso: El vinagre y el limón realzan el sabor del ajo, haciéndolo aún más versátil en la cocina.
Económico y sostenible: Evita el desperdicio de ajo y aprovecha al máximo este ingrediente.
Consejos adicionales para usar y conservar el ajo
Consume ajo crudo para maximizar sus beneficios
Si deseas aprovechar al máximo sus propiedades medicinales, consume uno o dos dientes de ajo crudo al día. Puedes picarlo finamente y mezclarlo con miel o aceite de oliva para suavizar su sabor.
Evita el almacenamiento en la nevera
Guardar el ajo en la nevera puede acelerar su descomposición. Opta por un lugar fresco, seco y bien ventilado.
Usa el ajo conservado en diversas preparaciones
El ajo conservado en vinagre es ideal para aderezos, marinados, salsas y platos salteados. Su sabor es más suave que el del ajo fresco, pero igualmente delicioso.
Recicla el líquido de conservación
El líquido resultante de la conservación (vinagre, sal y jugo de limón) puede reutilizarse como base para aderezos o marinados.
El ajo es un ingrediente indispensable en la cocina y un poderoso aliado para la salud. Con este método de conservación, podrás mantenerlo fresco y listo para usar durante más de un año, evitando el desperdicio y ahorrando tiempo en la preparación de tus platos. Además, al aprovechar sus propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y desintoxicantes, estarás cuidando de tu bienestar de manera natural.
No importa si eres un cocinero experto o un aficionado en la cocina, este truco te permitirá disfrutar del ajo en su mejor estado, garantizando que siempre tengas a mano este increíble superalimento. ¡Prueba este método y descubre la diferencia!
Más sobre el ajo: historia y curiosidades
El ajo ha sido valorado desde la antigüedad no solo por sus propiedades culinarias, sino también por sus usos medicinales. En el antiguo Egipto, se daba a los esclavos que construían las pirámides para aumentar su fuerza y resistencia. Los griegos y romanos también lo utilizaban para mejorar la salud y la vitalidad.
En la Edad Media, el ajo se usaba para protegerse de la peste y otras enfermedades. Hoy en día, la ciencia ha confirmado muchas de estas propiedades, convirtiendo al ajo en un ingrediente esencial tanto en la cocina como en la medicina natural.
Recetas con ajo conservado
Aquí tienes algunas ideas para usar tu ajo conservado:
Aderezo para ensaladas
Mezcla el líquido de conservación con aceite de oliva, mostaza y miel para un aderezo delicioso y saludable.
Marinado para carnes
Usa los dientes de ajo conservados y el líquido para marinar carnes antes de asarlas. El resultado será jugoso y lleno de sabor.
Salsa alioli
Tritura los dientes de ajo conservados con aceite de oliva y yema de huevo para una salsa alioli casera.
Platos salteados
Añade los dientes de ajo conservados a tus salteados de verduras o carnes para un toque de sabor adicional.
Beneficios adicionales del ajo
Además de los mencionados, el ajo tiene otros beneficios que vale la pena destacar:
Antioxidante: El ajo contiene antioxidantes que ayudan a combatir el envejecimiento celular.
Mejora la digestión: Estimula la producción de jugos gástricos, facilitando la digestión.
Regula el azúcar en sangre: Ayuda a mantener estables los niveles de glucosa, siendo beneficioso para personas con diabetes.
Pensamientos finales
El ajo es un ingrediente que no solo enriquece tus platos, sino que también cuida de tu salud. Con el método de conservación adecuado, puedes disfrutar de sus beneficios durante todo el año. No dudes en incorporar este superalimento a tu dieta diaria y experimentar con nuevas recetas que resalten su sabor y propiedades. ¡Tu cuerpo y tu paladar te lo agradecerán!