Mezclar la masa
En un bol, mezcle las yemas de huevo, el yogur natural, 40 gramos de azúcar, la maicena y una pizca de levadura en polvo. Añada una pizca de vainillina para elevar el perfil de sabor. Mezclar hasta obtener una masa homogénea y reservar.
Creación del merengue
En otro bol, batir las claras con una pizca de sal hasta que formen picos suaves. Añade poco a poco los 40 gramos de azúcar restantes sin dejar de batir hasta que los picos estén firmes y brillantes.
Ver también Pastel de chocolate y plátano y avena
Mezclar la masa y el merengue
Incorporar suavemente las claras batidas a la mezcla de yemas y yogur, asegurando una integración delicada y manteniendo la textura aireada del merengue.
Hornear la tarta
Transfiera la masa a un molde preparado y colóquelo dentro de una fuente de horno más grande. Vierte agua hirviendo en el molde para crear un efecto de baño maría. Mételo en el horno precalentado y hornea a 170ºC durante unos 50 minutos, o hasta que la parte superior esté dorada y el centro cuajado.
Decoración con azúcar en polvo
Una vez que la tarta se haya enfriado, desmóldala con cuidado y espolvorea azúcar glas por encima para darle un toque decorativo.
Sugerencias para servir
Este pastel sin harina es una delicia versátil que combina bien con una gran variedad de acompañamientos. Sírvalo con una cucharada de nata montada y bayas frescas para un acabado ligero y refrescante. También puede rociarlo con salsa de chocolate o caramelo para darle un toque más goloso. Da rienda suelta a tu creatividad y hazlo tuyo.
¿Por qué elegir una tarta sin harina?
Los pasteles sin harina han ganado popularidad en los últimos años debido a su textura ligera y a que no contienen gluten. Al omitir la harina de la receta, se obtiene un pastel aireado, húmedo e increíblemente sabroso. Además, es una gran opción para quienes tienen restricciones dietéticas o sensibilidades. Despídete de los pasteles densos y pesados y da la bienvenida a una experiencia de postre más ligera y agradable.