Instrucciones:
En un bol, mezclar la harina de garbanzo, el ajo rallado, el queso, la sal fina y la pimienta. Integrar bien los ingredientes secos.
Agregar el aceite de oliva y el agua de a poco, mezclando con una cuchara o con la mano hasta formar una masa suave y maleable. No debe pegarse a los dedos.
Estirar la masa con un palo de amasar sobre una superficie ligeramente enharinada hasta que quede bien fina. Cortar en cuadrados o rectángulos con un cuchillo o cortador.
Colocar las galletas en una bandeja para horno con papel manteca. Pinchar con un tenedor y espolvorear con sal gruesa y pimienta negra.
Hornear a 180 ºC durante 12-15 minutos, o hasta que estén doradas y crujientes. Retirar y dejar enfriar sobre una rejilla.
Notas:
Puedes añadir hierbas secas como orégano o romero a la masa para más sabor.
Conserva las galletas en un frasco hermético para que se mantengan crujientes por varios días