Preparación paso a paso
Caramelo perfecto:
Coloca el azúcar con unas gotas de agua en una sartén y cocina a fuego medio sin mover, hasta obtener un color dorado brillante.
Rápidamente, vierte el caramelo en el molde y distribúyelo con cuidado para evitar quemaduras.
Consejo: trabaja con rapidez y cuidado, ¡el caramelo caliente puede ser peligroso!
Mezcla base:
En un bol, bate los huevos con el azúcar hasta que la mezcla sea homogénea.
Agrega la leche poco a poco sin dejar de batir, para evitar que se corten.
Incorpora la vainilla y mezcla suavemente.
Montaje e horneado:
Vierte la mezcla sobre el caramelo ya frío en el molde.
Coloca el molde en una bandeja con agua caliente (baño María).
Hornea a 180°C durante 50-60 minutos o hasta que al insertar un cuchillo, éste salga limpio.
Enfriar y desmoldar:
Deja enfriar a temperatura ambiente y refrigera unas horas o toda la noche.
Desmolda con cuidado para que quede perfecto.
Tips para que tu flan quede aún mejor
Siempre usa leche fresca para un sabor más suave.
La paciencia en el horneado garantiza una textura cremosa y sin burbujas.
Para un toque extra, decora con frutas frescas o un poco de crema batida.
¿Por qué te encantará este flan?
Su textura sedosa y el sabor dulce, complementado con el toque caramelizado, hacen de este postre un imprescindible en tu repertorio. Además, su preparación sencilla lo convierte en una opción ideal para cualquier ocasión especial o para consentirte en casa.
¡No olvides practicar y ajustar los tiempos según tu horno!
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