Preparación
Calentar la leche: En una cacerola, calienta la leche junto con el azúcar a fuego medio. Revuelve ocasionalmente hasta que el azúcar se disuelva por completo y la leche esté caliente (no debe hervir).
Mezclar las yemas: Mientras la leche se calienta, bate las yemas de huevo en un bol.
Templar las yemas: Agrega un poco de leche caliente a las yemas para igualar la temperatura y evitar que se cocinen. Mezcla bien.
Cocinar la crema: Vierte lentamente la mezcla de yemas en la cacerola con la leche caliente, sin dejar de remover constantemente. Cocina a fuego medio, sin dejar de mezclar, hasta que la mezcla espese (esto debería ocurrir rápidamente, en unos 2 minutos).
Enfriar: Una vez que la crema haya espesado, retírala del fuego y sigue removiendo por unos segundos. Si deseas, puedes cubrir la crema con un film transparente (directamente sobre la crema) para evitar que se forme una capa.
Servir: Deja enfriar un poco y ¡listo para usar en tus postres favoritos!
Consejos de servicio y almacenamiento
La crema pastelera se puede usar en una gran variedad de postres, como relleno de tartas, choux, o pasteles.
Guarda la crema en un recipiente hermético en el refrigerador hasta por 2-3 días.
Variantes
Si prefieres una crema pastelera más aromática, puedes agregar una vaina de vainilla a la leche al calentarla.
Para una versión más ligera, puedes reemplazar las yemas de huevo por una mezcla de maicena y un poco de leche.
FAQ
¿Se puede hacer sin azúcar?
Sí, puedes sustituir el azúcar por edulcorantes naturales como miel o stevia, según tu preferencia.
¿Puedo hacer esta receta con leche vegetal?
Claro, puedes usar leche de almendras, coco o avena si prefieres una versión sin lactosa.