Instrucciones paso a paso
1. Activar la levadura
En un tazón grande, combine el agua tibia, el azúcar y la levadura. Revuelva suavemente y deje reposar de 5 a 10 minutos hasta que esté espumoso. Esto significa que la levadura está activada y lista para usar.
2. Hacer la masa
Añade el aceite de oliva, la sal y 3 1/2 tazas de harina a la mezcla de levadura. Revuelve hasta formar una masa grumosa.
Agregue gradualmente más harina, 1/4 de taza a la vez, hasta que la masa se despegue de los lados del tazón y no esté demasiado pegajosa para manipularla.
3. Amasar la masa
Vierta la masa sobre una superficie ligeramente enharinada y amásela durante 8 a 10 minutos, agregando pequeñas cantidades de harina según sea necesario, hasta que la masa esté suave y elástica.
Alternativamente, utilice una batidora de pie con un gancho para masa para amasar durante 5 a 7 minutos.
4. Déjalo crecer
Forma una bola con la masa y colócala en un bol ligeramente engrasado, dándole la vuelta para cubrirla por todos lados. Cúbrela con un paño limpio o film transparente.
Deje que la masa suba en un lugar cálido y sin corrientes de aire durante 1 a 1,5 horas, o hasta que haya duplicado su tamaño.
5. Dale forma al pan
Golpear la masa leudada para liberar las burbujas de aire.
Forme un pan con la masa y colóquelo en un molde engrasado de 23×13 cm. Vuelva a taparlo y déjelo levar de 30 a 45 minutos más, o hasta que suba unos 2,5 cm por encima del borde del molde.
6. Hornear el pan
Precaliente el horno a 375°F (190°C).
Hornee el pan durante 25 a 30 minutos, o hasta que la parte superior esté dorada y el pan suene hueco al golpearlo en la parte inferior.
Opcional: Pincele la parte superior del pan con mantequilla derretida inmediatamente después de hornearlo para obtener una corteza suave y brillante.
7. Refrescarse y disfrutar
Deje que el pan se enfríe en el molde durante 5 a 10 minutos, luego transfiéralo a una rejilla para que se enfríe completamente antes de cortarlo.
Córtalo y sírvelo con mantequilla, mermelada, sopa o tus ingredientes favoritos. ¡Disfruta del calorcito del pan casero!
Sugerencias de presentación
Con sopa o guiso: Sirva junto con sopas abundantes, chiles o guisos para una comida reconfortante.
Para el desayuno: Toste rebanadas y cubra con aguacate, huevos o miel para comenzar el día de manera deliciosa.
Como pan de sándwich: Úsalo como base para tus sándwiches o hamburguesas favoritas.
Idea de regalo: Envuelva un pan en papel pergamino y átelo con hilo para hacer un obsequio casero muy considerado.
Consejos profesionales para el éxito
Use agua tibia: el agua demasiado caliente matará la levadura; utilice agua a 110 °F (45 °C).
No omita el segundo levado: esto garantiza una textura ligera y aireada.
Prueba de cocción: Inserte un termómetro en el centro del pan: debe marcar entre 190 °F y 200 °F (88 °C y 93 °C) cuando esté listo.
Almacenamiento adecuado: Guarde el pan en una bolsa de papel para una corteza crujiente o en una bolsa de plástico para una corteza más suave. Congele las rebanadas para conservarlas durante más tiempo.
Reflexiones finales
Esta sencilla receta de pan casero demuestra que hornear no tiene por qué ser complicado para ser gratificante.
Con su interior suave y esponjoso y su corteza dorada, es la comida reconfortante por excelencia, perfecta para cualquier ocasión.
Ya sea para una cena familiar acogedora, un festín festivo o simplemente porque sí, este pan sin duda alegrará tu mesa.
Así que coge tus ingredientes, ponte manos a la obra y hornea tu pan casero perfecto. ¡Una rebanada de esta delicia cálida y mantecosa y entenderás por qué nada supera el aroma y el sabor del pan recién horneado!