Un pequeño gesto que no hay que pasar por alto: no quitar los tallos (ni los cálices) demasiado pronto. Actúan como una pequeña tapa natural que protege la pulpa de la fresa del aire y la deshidratación. Los retirarás justo antes de degustarlos.
¿Y qué pasa con el excedente? La congelación es tu aliada
Si has comprado demasiadas fresas o están empezando a ablandarse , considera congelarlas. Lávalas, recórtalas, sécalas y luego colócalas en una bandeja para hornear para congelarlas rápidamente. Una vez congelados , transfiéralos a una bolsa hermética para congelador . Ideal para preparar batidos, coulis o incluso una tarta rápida.
Errores que hay que evitar absolutamente
Lavarlos demasiado pronto : como hemos visto arriba, es la mejor manera de estropearlos.
Déjalos a temperatura ambiente : en pocas horas, estarán blandos, incluso fermentados.
Apilarlos : la presión los aplasta y hace que rezumen. Sólo una capa, siempre.
Cómo reconocer una fresa en mal estado
Imagen
Moho (manchas blancas o grises)
Olor agrio
Textura pastosa o pegajosa
En este caso, no hay que arrepentirse: es mejor tirarlo que contaminar a otros.
Bono: disfrútalo aún más tiempo