Es tentador lavar todo a la vez… pero eso es precisamente lo que no debes hacer. El agua es un auténtico acelerador del moho en las fresas. Como esponjas, absorben la humedad y se vuelven suaves rápidamente . ¿El truco? Enjuágalos sólo cuando estés listo para comerlos.
El truco del baño de vinagre: sorprendente, pero increíblemente efectivo
Para los más vanguardistas, existe una solución: un baño de vinagre. Mezcla 1 parte de vinagre blanco con 3 partes de agua y sumerge las fresas en él durante 5 a 10 minutos. Esta simple acción elimina las esporas de moho. Luego séquelos con un paño limpio o una toalla de papel. Es un poco como un mini tratamiento de spa para tus frutas.
Refrigeración inteligente: el contenedor adecuado, en el lugar adecuado
El frigorífico es imprescindible, pero no debes guardar allí las fresas de cualquier manera. Olvídese de las bolsas de plástico selladas que atrapan la humedad. Utilice un recipiente plano, forrado con papel absorbente, con las fresas bien distribuidas. Colóquelo en el cajón de las verduras, donde la temperatura sea estable ( alrededor de 1 a 4 °C ). Es el equilibrio perfecto para evitar la condensación manteniendo la fruta fresca.
Conservar los tallos: un detalle que lo cambia todo