Preparación:
1. Base:
Tritura las galletas de vainilla hasta obtener un polvo fino. Puedes hacerlo con un procesador de alimentos o con una bolsa de plástico y un rodillo.
Mezcla el polvo de galleta con la mantequilla derretida hasta obtener una masa uniforme.
Presiona la masa sobre el fondo de un molde desmontable de 20 cm de diámetro.
Refrigera la base durante 30 minutos.
2. Crema de queso:
Bate el queso crema con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa.
Agrega los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición.
Incorpora la crema de leche, el jugo de maracuyá y el extracto de vainilla.
Vierte la mezcla sobre la base de galleta y hornea a 180°C durante 45 minutos o hasta que el cheesecake esté firme.
Deja enfriar el cheesecake completamente a temperatura ambiente antes de refrigerarlo.
3. Cobertura de maracuyá:
Hidrata la gelatina sin sabor en 50 ml de agua fría durante 5 minutos.
Calienta el jugo de maracuyá restante con el azúcar en una cacerola a fuego medio.
Una vez que el azúcar se haya disuelto, retira del fuego y agrega la gelatina hidratada.
Mezcla bien hasta que la gelatina se disuelva por completo.
Deja enfriar la mezcla de maracuyá hasta que esté a temperatura ambiente.
Vierte la cobertura de maracuyá sobre el cheesecake frío y refrigera durante al menos 2 horas antes de servir.
Consejos:
Puedes decorar el cheesecake con rodajas de maracuyá fresca,ホイップクリーム, o coco rallado.
Si no tienes gelatina sin sabor, puedes sustituirla por 2 cucharadas de agar-agar.
Asegúrate de que el molde desmontable esté bien cerrado antes de hornear el cheesecake para evitar que se escape la mezcla.
Puedes usar cualquier tipo de galleta que te guste para la base, como galletas de chocolate, galletas de nuez o galletas graham cracker.
Si quieres un cheesecake más ácido, puedes agregar más jugo de maracuyá a la crema de queso.
El cheesecake de maracuyá se conserva en el refrigerador durante 3-4 días.