Instrucciones:
Para las papas:
Precalienta el horno a 200 °C (400 °F).
Pela y corta las papas en gajos. Colócalas en una bandeja para hornear.
Sazona con sal, pimienta, pimentón y orégano. Rocía con aceite de oliva y revuelve para cubrir uniformemente.
Hornea las patatas a 200°C (400°F) durante 30 minutos hasta que estén doradas y cocidas.
Para las cebollas:
Mientras se hornean las patatas, calienta un poco de aceite de oliva en una sartén a fuego medio.
Añade la cebolla picada y sazona con sal y pimienta. Cocina durante 10 minutos hasta que las cebollas estén blandas y ligeramente doradas.
Para la mezcla de huevo:
En un bol, bate los huevos, el yogur (o la crema agria) y una pizca de sal y pimienta hasta que quede una mezcla homogénea.
Montaje:
Una vez que las patatas estén listas, colócalas en una fuente para horno.
Distribuye las cebollas cocidas sobre las patatas.
Vierte la mezcla de huevo y yogur sobre las verduras.
Espolvorea las aceitunas negras picadas y el perejil por encima.
Hornea a 200°C (400°F) durante 20 minutos.
Horneado final:
Retira del horno y espolvorea queso rallado (Leerdammer o cualquier queso de tu elección) por encima.
Baja la temperatura del horno a 180 °C (360 °F) y hornea durante 10 minutos más, o hasta que el queso se derrita y se dore.
Cómo servir:
Deja que la cazuela se enfríe un poco antes de servir. Adorna con más perejil si lo deseas.
¡Sírvela caliente y disfruta!
Sugerencias para servir:
Acompáñala con una ensalada verde fresca para una comida liviana.
Sirve con una porción de pan tostado o pan de ajo.
Cúbrela con una cucharada de crema agria o yogur adicional.
Disfrútala con una porción de verduras asadas.
Sirve junto con una taza de café o té caliente para un desayuno reconfortante.