Preparación paso a paso
1. Precalienta el horno
A 200°C (400°F) y prepara una bandeja con papel pergamino o engrásala con un poco de aceite.
2. Ralla y escurre el calabacín
Lávalo, rállalo y colócalo en un colador con una pizca de sal. Déjalo reposar 10 minutos y luego exprímelo muy bien con un paño limpio o con tus manos para eliminar el exceso de agua. Esto es clave para que las albóndigas no se desarmen.
3. Mezcla todos los ingredientes
En un bol grande, mezcla el calabacín escurrido, la cebolla, el ajo, el parmesano, el pan rallado, el huevo y el perejil. Añade sal, pimienta y los opcionales si lo deseas. Si la mezcla queda muy húmeda, añade un poco más de pan rallado.
4. Da forma a las albóndigas
Toma pequeñas porciones de la mezcla (una cucharada aprox.) y forma bolitas con las manos ligeramente húmedas. Colócalas en la bandeja, dejando espacio entre ellas.
5. Hornea
Pincela las bolitas con aceite de oliva y hornea durante 20-25 minutos. A mitad de cocción, dales la vuelta para que se doren por ambos lados. Estarán listas cuando estén doraditas por fuera y suaves por dentro.
6. Sirve y disfruta
Sírvelas calientes o tibias, con la salsa que más te guste: una de tomate casera, de yogur con ajo y limón o una cremosa con hierbas. Para un toque especial, añade perejil fresco o más parmesano por encima.
🌿 Consejos útiles
Escurrir bien el calabacín es fundamental para que la mezcla no quede aguada.
Usa panko si quieres un resultado aún más crujiente.
Prueba variantes con queso feta, zanahoria rallada o hierbas frescas como albahaca.
Puedes conservarlas en el refrigerador hasta por 3 días y recalentarlas en horno suave (150°C) para mantener la textura.
Ideas para acompañar
Ensalada verde con vinagreta de limón
Tzatziki o salsa de yogur con limón
Una copa de vino blanco seco (como Sauvignon Blanc)
❓ Preguntas frecuentes
¿Por qué se desarman?
Probablemente la mezcla está muy seca o muy húmeda. Ajusta con huevo o pan rallado según el caso.
¿Puedo usar freidora de aire?
¡Claro! Cocínalas a 190°C durante 12-15 minutos, dándoles la vuelta a mitad de tiempo.
¿Se pueden congelar?
Sí. Congélalas crudas en una bandeja y luego guárdalas en una bolsa hermética. Cocínalas directamente congeladas, agregando unos 5 minutos extras.
¡Hazlas tuyas!
Estas albóndigas de calabacín al horno son la prueba de que comer sano no tiene por qué ser aburrido. Llenas de sabor, fáciles de preparar y muy versátiles, son una opción perfecta para cualquier ocasión. ¡Anímate a probarlas y cuéntanos cómo te quedaron o si hiciste alguna variante!