Los dedos dulces fritos son de esas delicias que tienen el poder de alegrar el alma con solo verlos y olerlos. Crujientes por fuera, suaves por dentro y cubiertos con azúcar y canela, son el postre perfecto para acompañar una taza de chocolate caliente o simplemente para darse un gusto entre comidas.
Esta receta tiene raíces humildes, nacida en las cocinas tradicionales donde la abuela improvisaba con lo que había a mano. Muchas veces, los hacía con masa de pan o restos de masa de empanadas, dándoles forma alargada para freírlos en aceite caliente hasta quedar doraditos.
Aunque son sencillos, los dedos dulces fritos tienen ese “algo especial” que los convierte en inolvidables. Y como todo lo que prepara la abuela, llevan ese ingrediente secreto que no se compra en tiendas: el amor.
Ingredientes de los Dedos Dulces Fritos
Los ingredientes para preparar esta receta son accesibles y probablemente ya estén en tu cocina. Cada uno cumple un papel esencial en la textura y el sabor final:
2 tazas de harina de trigo: base de la masa, le da estructura y consistencia.
2 cucharadas de azúcar: para dar dulzura a la masa.
1 huevo: actúa como aglutinante y aporta suavidad.
2 cucharadas de mantequilla derretida: agrega humedad y un toque rico a la masa.
½ taza de leche (puede necesitarse un poco más): para unir los ingredientes y formar una masa manejable.
1 cucharadita de polvo de hornear: le da un ligero esponjado a los dedos.
1 pizca de sal: realza todos los sabores.
Aceite vegetal: para freír.
Azúcar y canela en polvo: para espolvorear al final y dar ese toque característico.
Modo de Preparo de los Dedos Dulces Fritos
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