Sí, es cierto: ¡hacer queso en casa puede ser tan sencillo como añadir vinagre (u otro ácido como el jugo de limón) a la leche!
Este proceso mágico transforma la leche natural en queso casero fresco y cremoso en cuestión de minutos. Ya sea que se te antoje un paneer suave y untable , una ricotta ácida o un simple queso fresco, este método es rápido, fácil y solo requiere unos pocos ingredientes básicos de la despensa.
¡Analicemos la ciencia y los pasos detrás de este truco culinario sorprendentemente simple!
Por qué funciona
Al añadir un ácido (como vinagre o zumo de limón) a la leche caliente, las proteínas de la leche (caseína) se coagulan, separándose en cuajada (la parte sólida) y suero (la parte líquida). La cuajada es lo que forma el queso, mientras que el suero se puede colar o guardar para otros usos (como batidos o repostería).
Esta técnica es perfecta para hacer:
Paneer (queso estilo indio)
Ricotta (queso italiano suave y cremoso)
Queso Fresco (queso fresco mexicano)
Queso de granjero (un queso suave y desmenuzable)
Ingredientes que necesitarás
1 cuarto de galón (4 tazas) de leche entera (preferiblemente no ultrapasteurizada, ya que no se cuaja tan bien)
2–3 cucharadas de vinagre blanco, vinagre de sidra de manzana o jugo de limón recién exprimido
Opcional: Sal (al gusto, para sazonar el queso)